sábado, 16 de marzo de 2013

Las carreras, a las siete

Caminas por el lateral de Tirso, tropiezas, sonríes y te giras a la izquierda para comprobar que nadie te ha visto. Te quedas tranquila, sobre todo porque ese agujero de la media se ve demasiado si la falda se desplaza un centímetro sobre la vertical.
Nadie por delante.
Nadie por detrás.
Sacas las manos de los bolsillos y griras la media unos treinta grados hacia el oeste. ¡Joder!, te dices, mañana tienes que recordar ponértelas del revés. Haces memoria por si queda otra alternativa y puedes afirmar que esta era tu última media medio sana.
La uña rota te da igual, el dolor de caderas te la trae al pairo, la multa en el retrovisor te tiene acostumbrada.
En definitiva, el ayuntamiento queda a la derecha y tu alma a la izquierda.
Si esas son las conclusiones que has sacado del día, será mejor que te sientes a ver las carreras.

Y te ríes a carcajadas cuando coges el chiste.

2 comentarios:

Carlos (ZGZ) dijo...

"...el ayuntamiento queda a la derecha y tu alma a la izquierda"


Vaya, al final me voy a enganchar al blog... ¡Jo!

Gracia Lacal dijo...

Eso digo yo, Carlos, ¡jo!, por esos relatos que espero.
Gracias