lunes, 17 de junio de 2013

El ruido y la furia


Consumes tanta cerveza como aceite tu coche. Más o menos, dos litros a la semana. Pero eso depende del día. Hay veces que más. 
Los rodamientos del coche hacen tanto ruido como tus rodillas. Y sabes que no es artrosis,  sino bailes de puntillas al amanecer. Si un coche no te aguanta una noche de fiesta, es mejor que lo des por perdido.
Abandonas el coche, te quitas los tacones y te calzas un casco en la cabeza. El casco es negro, por supuesto. Luego levantas la pierna derecha, ajustas bien el culo en el asiento y empujas con el talón izquierdo hacia atrás el cabestrillo en el que apoya la rueda trasera después de darle al contacto. 
La moto arranca, metes la primera velocidad con la mano izquierda y con la derecha aceleras. 
No era tan difícil, te dices. 
Hay veces que el ruido tiene que superar a la furia

No hay comentarios: