viernes, 7 de junio de 2013

Dos cabalgan juntos

No son horas de escribir un post. Al menos no son tus horas habituales. Pero tampoco es hora de abrir una lata y sentarte a pensar en qué vas a hacer con lo que queda del día. Deberías irte a dormir, te dices, pero malditas las ganas de perderte de nuevo el sol. La gente, a estas horas, entra en las cafeterías, pide una tostada con aceite y se castiga por pensar que ojalá no tuviera que ir a trabajar. Con la que está cayendo.

Un cortado, en vaso, largo de café y con leche fría. La ciudad  se llena de voces que piden cafés imposibles de memorizar, porras, pinchos de tortilla y algún que otro carajillo de whisky. La ciudad se vuelve loca entre pitos y tertulias radiofónicas que suenan a flautas y cada conductor pilota en su propio Hamelin.
Tú pilotas en el carril bus, un motorista justiciero para junto a tu ventanilla y te dice que ese carril no es el tuyo, que no deberías conducir por ahí. Te lo dice a gritos en hora punta.
Lo sé, le contestas. Y con vocalizar los monosílabos te entiende. Total, él va con casco y tú con la música a todo lo que da. ¿Te apetecería partirle la cara? No lo creo, no es tu estilo. Además están pinchando en Radio 3 el jardín botánico y tienes un máster en oportunidades perdidas.
El autobús arranca y él sigue con su monólogo. Momento perfecto para colarte delante.

No son horas de escribir un post ni de lamentarte sobre si perdiste la furia. Te queda el ruido de una ciudad que no se compadece de tus dedos, doloridos tras doce horas de tecleo infernal.
Todo es ruido hoy. O ayer, que no sabes en qué día vives porque ya no distingues si amanece, que no es poco, o no.
Amanece. Y tienes que dormir. Ya sé que no son horas, pero es mejor que ver en casa dos gatos que cabalgan juntos.

No, desde luego no son horas de escribir un post.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Pues yo creo que sí que ya era hora de escribir un post, reina mora.
Afortunada tú, que tienes estudios en oportunidades perdidas y sabes reconocerlas y distinguirlas y no como otros.
¡Venga esa furia!

Ligeia dijo...

Tampoco son horas de escribir un comentario ni de acordarme de esa noche loca que pasamos el día que salimos hasta las mil sin que importarnos si habría un mañana.

Tampoco eran horas para volver a retomar mi blog, de las oportunidades perdidas nunca es tarde para intentar compensarlas haciendo una buena pero tardía reacción.

Como siempre Marijoe está genial.

Tu querida, Clara Manga ;)

Gracia Lacal dijo...

Hay gente a las que su nombre hace justicia. Gracias, Clara