viernes, 3 de enero de 2014

Espejismos de felicidad

La vida se parece a Michael Jackson actuando en los MTV Awards del 95. 
Sabes que al final de la película el tipo muere, pero todavía puedes verle bailar quince minutos del tirón, sin descanso ninguno. Quince minutos moviendo frenético el culo y las caderas; alzando las manos al cielo: golpeando el suelo; descoyuntándose  hombros, cuello, esternón, muñecas, tobillos y pubis. Quince minutos de gloria, diría yo, en los que, al final, con la elegancia de los flamencos de los cincuenta, deja a su cuerpo de baile muerto en el suelo.

Unos cuantos años después de muerto MJ sigue bailando en Youtube.

La vida podría ser bailar en Youtube hasta el final de los tiempos o abrir la puerta de casa para que entre la gente a celebrar el año nuevo y no dejar que se marchen. 
Pero no, eso se parecería más bien una película de terror. Será mejor que se vayan.

Dicen que Michael Jackson usaba play back. Puede que no cantara en directo pero te aseguro que bailaba en tiempo real. ¿Y quién no se marcaría un playback con el espejo de la felicidad que te proyectas ahora mismo en la cara? 
Interpretando libremente a Carlos Mateos en Century City, dejarías que la vida se enrollara sobre si misma como la cinta de una casette para vivir el mismo momento hasta el infinito y más allá. 
Ya sé que eso no va contigo, que preferirías estar siempre lista, como los boy scouts, pero convendrás conmigo que hay veces que parece que la vida haya venido a verte.

1 comentario:

Carlos Mateos dijo...

Y luego estaba el boli bic, que servía tanto para enrollar un cinta de casete como para escribir relatos cortos en los márgenes de los libros.

Besicos desde Zaragoza.