viernes, 20 de enero de 2012

Hechizos para que la vida se parezca a fumar pipa en Nueva York

Los alquimistas aportan datos confusos acerca de pócimas para la buena vida, pero hoy resulta sencillo conseguir que la vida se parezca al placer de fumar pipa en Nueva York. Es importante conocer los ingredientes y observar al pie de la letra las instrucciones de uso

Ingredientes:
- 1 alfombrilla para el ratón con el mapa del metro de Nueva York.
- 1 lámpara redonda que simule la luna llena.
- 1 cenicero de esos de Ikea que-no-hay-estropajo-que-le-devuelva el-brillo-después-del primer-cigarrillo.
- 1 pipa para ponerle dentro lo que quieras.

Instrucciones de uso:
a) La alfombrilla la tienes que haber comprado en Nueva York. En el Greenwich, a ser posible. Si no, no funciona el hechizo:
Antes de comprar la alfombrilla en el Greenwich, recuerda siempre que tienes que haberte dado un paseo por la biblioteca en busca de un original de Fitzgelard. Vale cualquiera, pero mejor si encuentras "Tender is the night". Además, has debido investigar a dónde van los patos de Central Park cuando el lago se congela. En este punto te recomiendo que le hagas un sentido homenaje a Holden Caulfield, por supuesto. Por último, es imprescindible que tomes el metro hasta el Bronx con una alemana, fotógrafa de boxeadores cubanos, que viva en el Chealsea Hotel. (Juro que vivió allí hasta que, hace unos meses, cerraron el hotel para hacer apartamentos del infierno)

b) Lámpara y cenicero.
Parecen antagónicos, pero son estrictamente necesarios por mor de su idéntico ADN. Ambos son de Ikea y eso les convierte en hermanos. Piensa en la cantidad de cosas que no puede hacer un cenicero si no tiene una buena lámpara que lo alumbre. Piensa, además, en todas las noches de luna llena que no viste en Nueva York por viajar a la ciudad en luna de miel. Aquí tienes el kit del perfecto divorciado.

c) La pipa.
Es el recipiente de los sueños en que harás descansar tu vida. Parecería fundamental su lugar de origen, pero en este ingrediente eso carece de importancia. (La mía viene de Buenos Aires. De alguna de aquellos viajes en los que gasté todo el dinero que tenía y todo el que podía tener en el año siguiente). Sólo debes recordar que, en el momento de su adquisición, el sexo ha de estar presente en tu vida.

A partir de aquí, lo que pongas en la pipa es cosa tuya.

Yo, hoy, me he decidido por la marihuana.


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